Se confirma el primer batacazo del Madrid Galáctico II, el de los 300 millones de euros. Con Kaká, Higuaín, Raúl y Van Nistelrooy entre otros sobre el campo, únicamente Rafael van der Vaart fue capaz de superar a Juanma. En el minuto 80.
Parecía increíble que los hombres de Pellegrini no hayan podido ni siquiera acercarse al objetivo. Pero es que tampoco supieron meterle mano al Alcorcón, que incluso tuvo alguna que otra oportunidad para marcar su golito. No lo hizo gracias a un Pepe inconmensurable, de lo poco salvable del conjunto que se queda en la cuneta.
Se tiró la Copa sin acosar a un equipo de Segunda B hasta el minuto 80. No había que perder la cabeza desde el primer minuto por marcar, es cierto. Pero no supo el Madrid elegir el momento adecuado para pisar a fondo, a la desesperada, y se quedó sin tiempo. Mérito también de los chicos de Juan Antonio Anquela. Defendieron hasta dejarse el alma y Juanma volvió a estar soberbio.
Además, el portero del Alcorcón tuvo como aliados a los tres palos. En tres ocasiones repelió la madera los disparos de Van Nistelrooy, Van der Vaart e Higuaín. Sin embargo el problema fue otro. Cuatro delanteros con dos mediocentros de contención por detrás. Mahamadou cumplió con lo suyo. No así Gago, que debía de ser el enlace y todos sus pases acabaron en las botas de los de amarillo.
Por ese lado sí se echó de menos a Xabi Alonso, e incluso al castigado Guti. El juego no fluyó. Kaká anduvo perdido, no encontraba un aliado que le proporcionase el cuero para hacerlo rodar. Se dio cuenta Pellegrini de ello y en el descanso retiró a mamadou Diarra y dio entrada a Van der Vaart, que mejoró algo la imagen blanca.
En cualquier caso el gol no llegó hasta el 80. Antes, Pellegrini quitó a Lass para meter a Marcelo y se llevó una monumental bronca por parte de la afición. Arbeloa en ataque es incapaz si lo comparamos con otro gran encuentro del francés. Rafael van der Vaart, junto con Higuaín, fue otro de los que dio la cara mientras pisó el césped y metió el testimonial gol blancoa. De disparo raso desde la frontal.
No sirvió para nada, el Alcorcón no se descompuso y siguió con su plan hasta el pitido final. Enhorabuena para el conjunto amarillo, que le ha demostrado al Real Madrid que para ganar los partidos no sólo cuentan el nombre y los ceros de la nómina. Se necesita algo más...
Parecía increíble que los hombres de Pellegrini no hayan podido ni siquiera acercarse al objetivo. Pero es que tampoco supieron meterle mano al Alcorcón, que incluso tuvo alguna que otra oportunidad para marcar su golito. No lo hizo gracias a un Pepe inconmensurable, de lo poco salvable del conjunto que se queda en la cuneta.
Se tiró la Copa sin acosar a un equipo de Segunda B hasta el minuto 80. No había que perder la cabeza desde el primer minuto por marcar, es cierto. Pero no supo el Madrid elegir el momento adecuado para pisar a fondo, a la desesperada, y se quedó sin tiempo. Mérito también de los chicos de Juan Antonio Anquela. Defendieron hasta dejarse el alma y Juanma volvió a estar soberbio.
Además, el portero del Alcorcón tuvo como aliados a los tres palos. En tres ocasiones repelió la madera los disparos de Van Nistelrooy, Van der Vaart e Higuaín. Sin embargo el problema fue otro. Cuatro delanteros con dos mediocentros de contención por detrás. Mahamadou cumplió con lo suyo. No así Gago, que debía de ser el enlace y todos sus pases acabaron en las botas de los de amarillo.
Por ese lado sí se echó de menos a Xabi Alonso, e incluso al castigado Guti. El juego no fluyó. Kaká anduvo perdido, no encontraba un aliado que le proporcionase el cuero para hacerlo rodar. Se dio cuenta Pellegrini de ello y en el descanso retiró a mamadou Diarra y dio entrada a Van der Vaart, que mejoró algo la imagen blanca.
En cualquier caso el gol no llegó hasta el 80. Antes, Pellegrini quitó a Lass para meter a Marcelo y se llevó una monumental bronca por parte de la afición. Arbeloa en ataque es incapaz si lo comparamos con otro gran encuentro del francés. Rafael van der Vaart, junto con Higuaín, fue otro de los que dio la cara mientras pisó el césped y metió el testimonial gol blancoa. De disparo raso desde la frontal.
No sirvió para nada, el Alcorcón no se descompuso y siguió con su plan hasta el pitido final. Enhorabuena para el conjunto amarillo, que le ha demostrado al Real Madrid que para ganar los partidos no sólo cuentan el nombre y los ceros de la nómina. Se necesita algo más...