Si la capital brasileña, Brasilia, no es la ciudad más peligrosa en el país, sus barrios de lujo se están transformando en verdaderas fortalezas. Uno de nuestros observadores nos dijo que las personas más ricas están desesperados por protegerse. Rasheed Abou-Alsamh es un blogger de América del Sur que viven en el distrito de Lago Sul, Brasilia. Sacó fotos de puertas de seguridad, que se multiplican en la ciudad.
No es de veinte años, no vimos a nadie. Hoy en día, prácticamente todos en la casa de Lago Sul están rodeadas por cercas eléctricas cargadas 8 000 voltios para disuadir a los ladrones. Una ola de delincuencia golpeó Brasilia, en los últimos años.
El "Distrito Federal", que incluye la capital y sus suburbios, ha experimentado un auge enorme población. Más de dos millones de personas viven en el Distrito, algunos en condiciones miserables. Estas personas todo el día junto a una población que goza de los países de ingresos más altos. Los secuestros relámpagos, o "Sequestros Relámpagos" se han convertido, lamentablemente común en Brasilia. La mayoría de las veces, una persona rica es atacada mientras estaba en su coche. Los secuestradores robaron el vehículo y el propietario de plomo en el mostrador más cercano a la inclusión de un máximo retirar el dinero. Hace unos meses, conocí a una niña que fue secuestrada el rayo el mismo día. Sus secuestradores le robaron su coche y su dinero. La policía todavía no ha encontrado el coche ... La mayoría de los crímenes en Brasil son el resultado directo de la enorme brecha entre ricos y pobres.
Cada día me encuentro con el Mercedes y BMW pocos metros más lujosos de niños descalzos pidiendo limosna en la calle. La proliferación de medicamentos baratos también contribuye a la creciente delincuencia. Muchos brasileños no quieren el sistema judicial que consideran lo suficientemente duro con los criminales. La pena de muerte ha sido abolida y un asesino ahora puede prisión no superior a treinta años. Por no hablar de los indultos en los festivales ... Los residentes, entiendo Lago Sul, ahora refugiarse detrás de vallas electrificadas. "